Se ha observado de manera consistente que los pacientes con trastornos del espectro esquizofrénico presentan dificultades para sincronizar el habla con los gestos. Un reciente estudio ha explorado si estas dificultades también se manifiestan en individuos de la población general con rasgos esquizotípicos, encontrando que estas personas tienen una capacidad reducida tanto para alinear el habla con los gestos como para percibir estos gestos de manera efectiva.

El estudio contó con la participación de 1,094 adultos mayoritariamente sanos. A estos participantes se les presentaron oraciones, tanto concretas como abstractas, acompañadas de videos que mostraban gestos relacionados o no relacionados con el contenido de las oraciones. Los participantes debían evaluar la coherencia entre el habla y los gestos en cada video.

Además, se utilizaron escalas de autoevaluación para medir la percepción y producción de gestos (Escala de Evaluación Breve de Gestos) y los rasgos esquizotípicos (Cuestionario de Personalidad Esquizotípica, versión breve de 22 ítems). Se realizaron análisis de asociaciones bivariadas y se empleó un modelo de red para analizar las correlaciones parciales.

El estudio encontró una relación negativa entre la esquizotipia y la capacidad de sincronizar gestos con el habla, tanto en oraciones concretas como abstractas. En el modelo de red, el rasgo de desorganización mostró la mayor capacidad de control y se asoció negativamente con la sincronización de gestos y habla en contextos abstractos.

Las métricas de centralidad del modelo revelaron que la producción autoinformada de gestos para mejorar la comunicación social está vinculada tanto con la percepción de gestos como con los rasgos esquizotípicos, conectando estas características con el desempeño en la tarea de procesamiento de gestos.

El estudio refuerza la idea de un continuo entre la esquizofrenia y la esquizotipia, especialmente en lo que respecta a la sincronización entre el habla abstracta y los gestos. Los resultados sugieren que los gestos, como herramienta de comunicación, pueden conectar aspectos subjetivos y objetivos del procesamiento de gestos y los rasgos esquizotípicos. Comprender mejor estas conexiones podría ofrecer nuevas oportunidades para el desarrollo de tratamientos más efectivos para los trastornos del espectro esquizofrénico.

Fuente: https://academic.oup.com/