La aplicación de las terapias artísticas en la recuperación de personas con trastornos mentales cada día cobra más importancia La tesis doctoral de Jessica Goodman, enfermera especialista en salud mental y galardonada como la mejor en Enfermería en 2025, ha demostrado que las artes participativas en museos tienen un impacto positivo en la salud mental y deberían incorporarse en las intervenciones del Sistema Nacional de Salud (SNS) y en la formación de profesionales sanitarios.

La investigación se inspiró en un programa comunitario dirigido por el enfermero Francisco Durán en Málaga, donde se organizan salidas con personas con trastornos mentales graves a museos, con el fin de acelerar su recuperación a través del arte. Goodman amplió esta iniciativa en 2019 con la colaboración de los museos Carmen Thyssen, Casa Natal Picasso, Málaga y Jorge Rando, involucrando a más de 100 usuarios de diversas unidades de salud mental durante tres años.

Las sesiones no consistían en simples visitas, sino en intervenciones estructuradas de dos horas. La primera parte se centraba en la contemplación de obras de arte, estableciendo conexiones con la salud mental para que los pacientes interpretaran sus propias vivencias. La segunda parte fomentaba la expresión artística personal, permitiendo que cada participante plasmara su historia a través de una manifestación creativa. Finalmente, los pacientes compartían sus trabajos, fortaleciendo la conexión grupal y fomentando el apoyo mutuo.

Los resultados evidenciaron mejoras en la capacidad de los pacientes para comprender y comunicar sus experiencias, especialmente en aquellos con dificultades para expresarse verbalmente. Las evaluaciones cuantitativas y cualitativas mostraron que la participación en el programa no solo impulsó la recuperación psicológica, sino que también fortaleció el apoyo social, facilitando la integración de los pacientes en actividades comunitarias.

Goodman concluye que el arte puede ser un recurso terapéutico clave en la recuperación de personas con depresión o ansiedad y aboga por su integración en las estrategias de atención comunitaria. Además, resalta la importancia de incluir la arteterapia en la formación de profesionales de Medicina, Enfermería, Psicología y Terapia Ocupacional, para que aprendan a incorporar el arte en su práctica clínica.

El impacto de esta investigación ha llevado a la expansión del proyecto a otros grupos de pacientes, como adolescentes con autismo y personas con trastornos de la conducta alimentaria. La colaboración entre la comunidad museística y los profesionales de la salud continúa creciendo, destacando el arte como una herramienta poderosa para mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida de los pacientes.

Fuente: https://www.redaccionmedica.com/secciones/enfermeria/la-inclusion-del-arte-en-la-practica-clinica-mejora-la-salud-mental-3821