En un estudio, Arturén, H. et al analizan cómo el modelo de Enfoque Interactivo (IE) facilita la gestión de situaciones conflictivas por parte del personal de enfermería en unidades de atención para personas con psicosis. Este modelo, desarrollado como una herramienta estructurada de gestión comunicativa, busca mejorar la interacción entre enfermeros y pacientes mediante intervenciones específicas diseñadas para reducir conflictos y minimizar el uso de medidas coercitivas.

Basado en entrevistas cualitativas con 11 profesionales de enfermería de tres unidades psiquiátricas en Suecia, Arturén, H.  et al. exploran cómo estas estrategias se aplican en la práctica clínica y cómo son percibidas por quienes las implementan.

El modelo IE organiza las intervenciones de forma progresiva, avanzando de menor a mayor grado de intrusión. El proceso inicia con el establecimiento de un diálogo basado en mensajes claros y escucha activa, y solo recurre a estrategias más directas cuando las etapas iniciales no logran resolver el conflicto. Los participantes del estudio destacaron la importancia de la flexibilidad para adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes y de establecer contacto personal para fomentar la alianza terapéutica. Incluso en situaciones que requieren medidas coercitivas, como la administración forzada de medicación, el modelo IE ofrece alternativas para involucrar al paciente en la toma de otras decisiones y así reducir la percepción de control absoluto por parte del personal asistencial.

El estudio también subraya el valor de comprender el mundo interno del paciente mediante técnicas de escucha activa, que permiten identificar preocupaciones y temores subyacentes que podrían estar contribuyendo al conflicto. Este enfoque, centrado en el paciente, no solo mejora la comunicación, sino que también fortalece la alianza terapéutica. Los participantes informaron que, al utilizar el modelo IE, podían desescalar muchas situaciones potencialmente violentas sin recurrir a métodos físicos, lo que benefició tanto a los pacientes como al personal de enfermería, reduciendo su nivel de estrés.

Además, la comunicación clara se identificó como un elemento clave del éxito del modelo. Explicar de manera transparente las razones detrás de las decisiones clínicas y las posibles consecuencias de ciertas conductas ayudó a disminuir malentendidos y calmar a los pacientes. Asimismo, el personal valoró positivamente la capacitación en habilidades comunicativas proporcionadas dentro del modelo, ya que aumentó su confianza y efectividad en el abordaje de conflictos. Las sesiones de capacitación incluyen ejercicios prácticos y simulaciones, lo que permitió al personal aplicar las técnicas en un entorno controlado antes de enfrentarse a situaciones reales.

Fuente: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jpm.13066